(En construcción)

Cada día que un consumidor en el supermercado compra un kilogramo de carne no esta solo comprando un trozo de un cadáver, esta financiando toda una industria con un trasfondo oscuro y cruel.

Primero hablemos del agua. Los datos son variables dependiendo de muchos factores, sin embargo, para producir carne de cualquier tipo es necesaria mas cantidad de agua en comparación con la agricultura, tomando como punto de comparación la forma en que el valor nutritivo de los productos es repartido en los consumidores, así por ejemplo, estudios de la universidad de Cornell compara los 500lts de agua utilizados en la producción de 1kg de papas con los 100000lts para producir un kilogramo de carne vacuna, además se demuestra que cada litro de agua utilizado en la producción de trigo produce 27 kcal mientras que igual cantidad de agua solamente produce 0,76 kcal.

Sin embargo los números no son la razón de este escrito, ya que el dilema de la producción de carne no es un problema técnico, no es un problema de números, es un problema de consumo de recursos y ético. Sin importar los datos, estos siempre apuntan en mayor o menor medida a la misma situación: La producción de carne consume más recurso hídrico que la agricultura.

Ahora bien, los detractores de estos datos comprobados utilizan el hecho de que la agricultura también consume grandes cantidades de agua, por ejemplo en los monocultivos, agricultura extensiva, invernaderos súper tecnificados, etc. Y si, es cierto, estos ejemplos utilizan grandes cantidades de agua, desperdiciándola, y es aquí donde debemos tener en cuenta que también como consumidores responsables debemos buscar productos que provengan de sistemas agrícolas amigables con el ambiente, pero de esto hablaremos en otra ocasión.